Quindio parte I

Llegamos a Calarcá en domingo 13 de abril en la noche, un viaje curioso, demasiadas curvas y demasiadas nauseas, pero en medio de todo en viaje no estuvo mal, el chofer condujo bien y a buena velocidad, lo mas extremo del viaje fue la ida a orinar, que meada mas extrema, la mas extrema que he tenido en la vida hasta ahora, eso de apuntar y luchar por su vida a la vez no va conmigo, en fin, luego de 7 horas de viaje seguido llegamos, llegué sin nalga pero feliz.

En Calarcá unos amigos muy queridos nos acogieron en su casa, que por cierto es muy linda y es una casa de gatitos, así que estamos como en casa.

Me encanta en eje cafetero, me encanta la gente, me encanta el café, los paisajes, el clima, todo me parece fabuloso.

El lunes 14 de abril, fuimos a Salento, a recorrer y a conocer, realmente no hicimos mucho así que tengo   muchos comentarios al respecto, noté que venden bastante pescado, trucha sobre todo, porque están al lado de un rio, que según me dijeron es el rio quindio 

Un rio muy hermoso, cristalino de aguas bien frias, delicioso.

En la tarde llovio bastante así que decidimos disfrutar la lluvia desde el balcón de la casa.

Y en la noche si salimos a recorrer un poco Calarcá a comer arepa con queso, extra quesuda y extra grasosa, pero también extra deliciosa, y cholao, una chimba el cholao pa qué y completamos con una pizza que tiene masa por debajo y masa por encima, una locura, ya sabrán como quedamos después para dormir, el estado en el que estabamos no era normal.

Gracias por leernos.

Helena Black